La belleza de la vida radica en la posibilidad de experimentar momentos que trazan sonrisas en los rostros, pero también es fundamental el poder evocar esos instantes. La memoria guarda, entonces, una gran responsabilidad en la construcción de la plenitud y el cine recurre a su mecanismo para lograr escenas de belleza memorable. Incluso hay veces, en los que se inspira en el anhelo del recuerdo o en la tragedia de perderlos todos.
Nocturna (Lado A): La noche del hombre grande, del argentino Gonzalo Calzada, es una cinta que retoma la premisa para llevarnos por la historia de Ulises, quien a sus casi 100 años padece demencia senil y durante una noche de lluvia, se enfrentará a su pasado, a sus culpas y a sus remordimientos. Los fantasmas a su alrededor serán clave para que Ulises logre la libertad de su alma.
La cinta se carga al drama, pero Calzada la decora con elementos fantasmagóricos. Si bien la idea puede inquietar a los más escépticos, el director esquiva cualquier hilo de inverosimilitud. Los elementos paranormales le dan fuerza al planteamiento que cobra vida con las interpretaciones sobresalientes de Pepe Soriano (Ulises) y Marilú Marini (Dalia) quienes recibieron el premio a Mejor Actor y Mejor Actriz en la edición 17 del Fantaspoa.
Nocturna: La noche del hombre grande, es un retrato doloroso y aunque la historia es predecible desde los primeros minutos, el gozo de verla radica en las reflexiones de vida por las que transita. El sabor de boca que deja en el espectador se asemeja al de una charla con los abuelos, esos seres llenos de sabiduría que dejaron atrás la idea de que la vida es compleja, que disfrutan de la compañía, sin rencores o reproches.
Con un enfoque mucho más experimental y poético, Gonzalo Calzada construyó Nocturna Lado B: Donde los elefantes van a morir; narrativa que se presenta como un espejo a la historia de Ulises. Filmado en celuloide es un proyecto paralelo que se conecta a través del tiempo con La noche del hombre grande; es decir el transcurrir de las horas nos da perspectivas distintas en cada una de los acontecimientos.
El ejercicio de ver una tras la otra hace apreciar de manera distinta a Ulises y su situación. Sin embargo, ambos filmes pueden disfrutarse por separado pues pese a tener una conexión directa y hasta dialógica, gozan de independencia narrativa e incluso la propuesta visual es distinta, cada cinta tiene su propia esencia.
Gonzalo Calzada ha visitado con su cinta por varios festivales, Nocturna Lado A: La noche del hombre grande se presenta ahora en México en un ejercicio de diálogo con el proyecto paralelo Nocturna lado B: Donde los elefantes van a morir. Ambas cintas están en competencia en la Sección Iberoamericana de la edición XX del Festival Macabro Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México.