1917

Aunque el cine, la literatura y los medios en general son frecuentemente seducidos por su sucesora, la Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento bélico que redefinió la historia de Europa y del mundo, que aún cuenta con mucho espacio para nuevas historias y narrativas. Sam Mendes es consciente de eso y está dispuesto a explorar dicho espacio al máximo.

1917 es una película de 2019, dirigida por Sam Mendes y estelarizada por George MacKay, Dean-Charles Chapman y Richard Madden. La cinta cuenta la historia de William Schofield y Tom Blake, dos cabos británicos que deberán cruzar el apogeo de la Primera Guerra Mundial para entregar a tiempo un mensaje de suma importancia que podría salvar miles de vidas.

Claramente influenciado por Dunkirk (2017) de Nolan, Sam Mendes continúa la implícita tradición cinematográfica de intentar realizar la cinta bélica más impresionista hasta la fecha, para lograrlo, Mendes y su director de fotografía, Roger Deakins, hacen hasta lo imposible por simular un plano secuencia de dos horas que no se separa ni un segundo de sus personajes protagonistas.

El tema de esta película claramente es la resistencia; tanto de los protagonistas como de la audiencia, ya que mientras la historia pone a nuestros personajes por difíciles pruebas físicas y emocionales, la audiencia tiene que acompañarlos en todo momento sin descanso alguno, lo cual, a momentos, puede llegar a resultar pesado o incluso aburrido. Sin embargo, de resistir, los espectadores también son recompensados con espectaculares momentos de pura magia cinematográfica.

La mayor fortaleza de esta producción, es también su mayor debilidad. Debido a su aparentemente ininterrumpido plano secuencia, así como al fuerte deseo de los realizadores de lograr que la audiencia se imagine en el lugar de los personajes, son muy pocos los momentos en los que podemos conocer realmente a nuestros protagonistas, haciendo más difícil que podamos preocuparnos por ellos. No obstante, esta misma técnica es también la responsable de impresionantes escenas perfectamente dirigidas y ejecutadas, que hacen que valga la pena el viaje.

1917 es una gran e impresionante producción cinematográfica que, por encima de todo, busca ser una experiencia, aunque deba ser a expensas del ritmo o desarrollo de sus personajes. Una cinta que, a pesar de sus carencias, vale la pena ser visitada por su alto nivel técnico y el sorprendente cuidado en su realización.